Ilima es una de las comunidades más aisladas del mundo.
Enclavada en la selva de la República Democrática del Congo, sus habitantes han convivido durante generaciones con una fauna y flora muy diversa. Sin embargo, conforme el ritmo de desarrollo ha aumentado, este ecosistema ha sufrido las consecuencias.
Para responder a este desafío, la African Wildlife Foundation encargó a MASS el diseño y construcción de una escuela primaria y centro comunitario, concebidos como un nuevo modelo de conservación basado en el empoderamiento de la comunidad.
Construir con el lugar
El principal desafío del proyecto era el aislamiento del lugar respecto a los centros de producción más cercanos. Para llegar a Ilima desde Kinsasa, la capital del país, son necesarias horas de transporte en avioneta, moto, canoa y a pie. Esto obliga a limitar al máximo el uso de materiales externos y a trabajar con los recursos del lugar.
Por culpa de esta limitación—o gracias a ella—el 99 % de los materiales de construcción (por peso) se obtuvo en un radio de 10 km alrededor del edificio.
La tierra es el material principal y proviene en su mayoría de termiteros, considerados por los lugareños como la mejor fuente para la construcción con tierra. El segundo material por peso es la madera, utilizada para la estructura y las tejas de la cubierta.
Esta foto muestra el proceso de tala de la madera para las tejas:
Y estas el de la obtención de la madera para la estructura:
Algunos datos más:
El barro para los bloques de tierra de los muros se obtuvo y se secó en un radio de 50 metros. La arena en un radio de 1 km. La madera para la cubierta se taló y cortó en un radio de 2 km. Finalmente, se trajeron pequeñas cantidades de cemento, acero y clavos de Kinsasa, a 1 300 kilómetros.
¿Y la cimentación?
Bloques de laterita, un suelo rojo arcilloso común en regiones tropicales, extraídos a menos de 2 kilómetros.
Y es que, pese a que hoy pueda parecernos extraño, hasta hace muy poco la cimentación de los edificios se realizaba principalmente a partir de bloques de tierra o piedra. Hoy el protagonismo indiscutible corresponde al hormigón armado, que requiere un alto consumo de energía y es muy difícil de reutilizar.
Pero sigamos con Ilima.
Paisajes que se convierten en edificios
Debido a la situación de aislamiento, la escuela debía ser fácilmente construida y mantenida por la comunidad con las herramientas, materiales y mano de obra de los que disponen. Por ejemplo, si se rompe una teja de la cubierta, esta debe ser reemplazada fácilmente sin depender de que el material llegue desde el exterior.
Este aspecto es muy importante, ya que tiene consecuencias sociales y medioambientales.
Desde el punto de vista social, esta «limitación» permitió aumentar el impacto en la comunidad y que el dinero invertido en el proyecto se quedara allí.
Por ejemplo, supuso invertir en mano de obra en lugar de productos. De hecho, los materiales del proyecto costaron muy poco dinero, ya que se encontraban en el entorno. En su lugar, se pagó por la labor de extraer, cortar, montar y ensamblar esos materiales. De este modo, la mano de obra representó casi la mitad del coste del proyecto.
Por otra parte, durante el diseño y la construcción del edificio, el impacto ambiental no fue un tema central de discusión. Sin embargo, de manera natural, el foco en los materiales y la fabricación local hicieron que la huella de carbono se redujera drásticamente. Un estudio posterior concluyó que la construcción de la escuela había emitido 28 veces menos carbono por metro cuadrado que la media global para proyectos de educación primaria.
Ese no era el objetivo, pero fue la consecuencia.
De hecho, durante el proyecto, el equipo no contaba con documentación formal sobre el impacto medioambiental de los posibles materiales. Pero tampoco hacía falta. Y es que no siempre necesitamos que un pdf nos diga lo que tenemos que hacer. En este caso, era evidente: utilizar aquello que crece en el lugar.
Así, Ilima nos enseña que todavía es posible construir de manera local en lugares alejados de los centros de producción.
Edificios construidos por los propios usuarios utilizando aquellos materiales con los que conviven.
Edificios que transforman su mayor limitación en su mayor virtud.
Paisajes que se convierten en edificios.
O edificios que se convierten en paisaje.
PD1. Te dejo aquí un vídeo de 1 minuto sobre el proceso de construcción:
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Viví en Africa de 2002 a 2014. Trabajé como cooperante en ongs de educación en países en ayuda humanitaria (Burundi, Rwanda, República Democrática de Congo, Liberia) y cooperación al desarrollo (Chad), con ONGs de los jesuitas.
Hacíamos ladrillos con una máquina parecida a ésta https://www.espaceagro.com/materiels-machines/presse-manuelle-pour-blocs-et-_i486848.html
Y tejas de cemento con una máquina inglesa