Grande ,un arquitecto verde 🌿💚🌿, fantástico, yo antes de la crisis de las hipotecas era paisajista y tenía serios problemas con los ingenieros de caminos y los arquitectos de la losa, jajaja 😂😂😂, yo participaba en concursos para ejecutar proyectos y siempre andábamos a la gresca.
Ahora me compro girasoles y los pongo a tomar el sol cada día en mi piso 8 , para que florezcan felices, y mientras crié a mis hijos en un pueblito en la montaña, sembré siempre girasoles en mi huerto, una vez Uno cadi llega a 2 metros de alto y su flor era enorme, como de 50 cm de diámetro y mis hijos eran más pequeños que la pedazo de flor y alucinaron, jamás lo olvidarán, puesxellos sembraron ese girasol 🌻🌞🌻
Muchas gracias por compartir tu experiencia, Judith. Imagino a tus hijos junto a esa flor de girasol de 50 cm de diámetro... Y lo de los "arquitectos de la losa", una batalla clásica. Gracias por comentar.
Está muy bien, y muy interesante. Una pregunta: las sociedades más mercantilizadas ¿Podremos hacer un re-set para progresar en favor y no en contra del bienestar? Los girasoles no tienen problema; nadie les va a encerrar. Pero los humanos "satisfechos" nos empeñamos en alejarnos de la lógica y del sentido común cada vez más ¿Hasta cuándo?
Quiero pensar que sí es posible. El mismo cerebro que nos ha permitido dominar el entorno y disfrutar de una vida más cómoda, también nos ha alejado de los estímulos naturales que necesitamos para el bienestar. Ahora está en nuestra mano ponerlo a trabajar para encontrar el equilibrio más saludable entre los beneficios y los desafíos de la vida moderna. Ya veremos si estamos a la altura...
¡Qué interesante! Últimamente estoy muy interesada en los ritmos circadianos. Este enfoque desde la arquitectura me ha encantado. Gracias por tus reflexiones y todo lo que enseñas, siempre me parecen muy interesantes.
Es fácil subestimar el impacto de los edificios en nuestro día a día. Sin embargo, en el diálogo constante entre nuestra cultura y nuestra biología, la arquitectura nunca es neutral: o facilita nuestra vida o la complica.
Yo lo que intento es seguir un horario fijo cada día, independientemente de televisiones, pantallas y otros estímulos, de tal forma que mi cuerpo me pide sueño cuando me lo tiene que pedir, y se levanta razonablemente descansado tras dormir lo suficiente
Pues tiene mucho sentido, Eugenio. Las estrategias más sencillas suelen ser las más efectivas. Yo intento hacer lo mismo, aunque no siempre lo consigo. A veces, los ritmos sociales se imponen a los biológicos.
Muy bueno Fran. Magníficamente explicado el problema del trastorno de los ciclos circadianos. El hospital que a veces desencadena gran desorientación en pacientes ingresados sobre todo en ancianos; el insomnio relacionado con el uso-abuso de pantallas (que algunos intentan compensar tomando melatonina)... ¡Vivir en interior es otra vida!
Muy interesante el experimento de los girasoles... es sorprendente descubrir que incluso las plantas tienen comportamientos tan complejos y pueden ser alterados de manera notoria y visible.
En cuanto al "debate" que plantea el texto (Biología vs Cultura) , es curioso ver como en por ejemplo la alimentación cada vez intentamos acercarnos de nuevo más a lo natural (huyendo de los ultra procesados), pero en el campo de la arquitectura "volver a lo natural" plantea retos y cuestiones más difíciles de responder o realizar, parece que los avances en cuanto a comodidad/calidad de vida (luz artificial, calefacción, aire acondicionado...) nos han alejado mucho de lo natural (me hace plantearme ¿Lo "natural" no es cómodo pero sí beneficioso biológicamente?¿Hasta qué punto?). Espero que nos vayas acercando poco a poco más a las respuestas a personas como yo que no somos versados en arquitectura.
Es cierto que recuperar la conexión con lo natural no es fácil cuando la inercia nos empuja en la dirección contraria. Y la pregunta que planteas es clave: ¿hasta qué punto?
No se trata de elegir entre lo natural o lo artificial como si fueran polos opuestos, sino de encontrar un equilibrio inteligente entre ambos. Ahí está la verdadera oportunidad: ser críticos y creativos para quedarnos con lo mejor de cada uno.
Muchas gracias por compartir tu reflexión, Andrés.
"Somos como esos girasoles encerrados en habitaciones que han perdido su conexión natural con el sol"
Y es que el progreso que hemos elegido no necesariamente nos está acercando a la felicidad. Tal vez ya sea el momento en que, como civilización, vayamos aplicando estos aprendizajes. Gracias Fran por mostrar la ciencia que hay detrás de forma tan clara y amena. La naturaleza es terapéutica
Tiene sentido, el invierno trae un ritmo más pausado y predecible. Enhorabuena por haber encontrado ese momento en que el cuerpo y el entorno van al compás. Creo que no es fácil hacerlo con tanto ruido moderno.
Símil tan oportuno y revelador el de los girasoles.
Me parece una manera sencilla pero profunda de visualizar el desajuste que hoy experimentamos. ¡Gracias por comentar, José!
Grande ,un arquitecto verde 🌿💚🌿, fantástico, yo antes de la crisis de las hipotecas era paisajista y tenía serios problemas con los ingenieros de caminos y los arquitectos de la losa, jajaja 😂😂😂, yo participaba en concursos para ejecutar proyectos y siempre andábamos a la gresca.
Ahora me compro girasoles y los pongo a tomar el sol cada día en mi piso 8 , para que florezcan felices, y mientras crié a mis hijos en un pueblito en la montaña, sembré siempre girasoles en mi huerto, una vez Uno cadi llega a 2 metros de alto y su flor era enorme, como de 50 cm de diámetro y mis hijos eran más pequeños que la pedazo de flor y alucinaron, jamás lo olvidarán, puesxellos sembraron ese girasol 🌻🌞🌻
Muchas gracias por compartir tu experiencia, Judith. Imagino a tus hijos junto a esa flor de girasol de 50 cm de diámetro... Y lo de los "arquitectos de la losa", una batalla clásica. Gracias por comentar.
Está muy bien, y muy interesante. Una pregunta: las sociedades más mercantilizadas ¿Podremos hacer un re-set para progresar en favor y no en contra del bienestar? Los girasoles no tienen problema; nadie les va a encerrar. Pero los humanos "satisfechos" nos empeñamos en alejarnos de la lógica y del sentido común cada vez más ¿Hasta cuándo?
Quiero pensar que sí es posible. El mismo cerebro que nos ha permitido dominar el entorno y disfrutar de una vida más cómoda, también nos ha alejado de los estímulos naturales que necesitamos para el bienestar. Ahora está en nuestra mano ponerlo a trabajar para encontrar el equilibrio más saludable entre los beneficios y los desafíos de la vida moderna. Ya veremos si estamos a la altura...
¡Qué interesante! Últimamente estoy muy interesada en los ritmos circadianos. Este enfoque desde la arquitectura me ha encantado. Gracias por tus reflexiones y todo lo que enseñas, siempre me parecen muy interesantes.
Es fácil subestimar el impacto de los edificios en nuestro día a día. Sin embargo, en el diálogo constante entre nuestra cultura y nuestra biología, la arquitectura nunca es neutral: o facilita nuestra vida o la complica.
Muchísimas gracias por tu comentario, Verónica.
Yo lo que intento es seguir un horario fijo cada día, independientemente de televisiones, pantallas y otros estímulos, de tal forma que mi cuerpo me pide sueño cuando me lo tiene que pedir, y se levanta razonablemente descansado tras dormir lo suficiente
Pues tiene mucho sentido, Eugenio. Las estrategias más sencillas suelen ser las más efectivas. Yo intento hacer lo mismo, aunque no siempre lo consigo. A veces, los ritmos sociales se imponen a los biológicos.
Muy bueno Fran. Magníficamente explicado el problema del trastorno de los ciclos circadianos. El hospital que a veces desencadena gran desorientación en pacientes ingresados sobre todo en ancianos; el insomnio relacionado con el uso-abuso de pantallas (que algunos intentan compensar tomando melatonina)... ¡Vivir en interior es otra vida!
¡Muchas gracias! Qué ilusión que lo hayas leído. Sin duda tenemos que intentar encontrar el equilibrio.
Muy interesante el experimento de los girasoles... es sorprendente descubrir que incluso las plantas tienen comportamientos tan complejos y pueden ser alterados de manera notoria y visible.
En cuanto al "debate" que plantea el texto (Biología vs Cultura) , es curioso ver como en por ejemplo la alimentación cada vez intentamos acercarnos de nuevo más a lo natural (huyendo de los ultra procesados), pero en el campo de la arquitectura "volver a lo natural" plantea retos y cuestiones más difíciles de responder o realizar, parece que los avances en cuanto a comodidad/calidad de vida (luz artificial, calefacción, aire acondicionado...) nos han alejado mucho de lo natural (me hace plantearme ¿Lo "natural" no es cómodo pero sí beneficioso biológicamente?¿Hasta qué punto?). Espero que nos vayas acercando poco a poco más a las respuestas a personas como yo que no somos versados en arquitectura.
Es cierto que recuperar la conexión con lo natural no es fácil cuando la inercia nos empuja en la dirección contraria. Y la pregunta que planteas es clave: ¿hasta qué punto?
No se trata de elegir entre lo natural o lo artificial como si fueran polos opuestos, sino de encontrar un equilibrio inteligente entre ambos. Ahí está la verdadera oportunidad: ser críticos y creativos para quedarnos con lo mejor de cada uno.
Muchas gracias por compartir tu reflexión, Andrés.
Excelente. No sabía lo de los girasoles, y lo de los hospitales es un dato que lamentablemente pude comprobar. Realmente un gran artículo, abrazo!
Cierto. Y conoces el directorio de Substack en español?
Lo conozco pero hace tiempo que no paso por allí. Gracias por el recordario, Salvador.
Un placer, Francisco.
Me alegra que te haya parecido interesante. Los arquitectos tenemos un gran margen de mejora para repensar los hospitales. ¡Gracias por tu comentario!
Iluminador:
"Somos como esos girasoles encerrados en habitaciones que han perdido su conexión natural con el sol"
Y es que el progreso que hemos elegido no necesariamente nos está acercando a la felicidad. Tal vez ya sea el momento en que, como civilización, vayamos aplicando estos aprendizajes. Gracias Fran por mostrar la ciencia que hay detrás de forma tan clara y amena. La naturaleza es terapéutica
Me alegro de que te haya parecido interesante, José María. Muchas gracias a ti por aportar esa reflexión con la que no podría estar más de acuerdo.
Super interesante, a veces creo que mis ritmos están supeditados al invierno,la verdad
Muy interesante esto que comentas, Van. ¿Notas que te afecta en energía o en estado de ánimo?
Si. En invierno me siento mucho mejor que en verano, voy a un ritmo más acompasado en invierno, duermo mejor ,es más regular
Tiene sentido, el invierno trae un ritmo más pausado y predecible. Enhorabuena por haber encontrado ese momento en que el cuerpo y el entorno van al compás. Creo que no es fácil hacerlo con tanto ruido moderno.