Una explicación clara y simple a la frustración que nos producen a algunos los edificios inteligentes. Tanto que no he podido evitar enlazarla desde esta reflexión que escribí hace unos meses:
Me ha gustado mucho tu reflexión veraniega. La arquitectura es un claro ejemplo de cómo la obsesión moderna por el control y la comodidad nos hace más exigentes pero no más felices. Haríamos bien en aceptar y disfrutar la volatilidad de las estaciones en lugar de ignorarlas. Reconectar con los ciclos de la naturaleza nos ayudaría a mejorar tanto nuestra salud como la del planeta.
Interesante y curioso. La lógica le dice a uno que lo más "reciente" siempre va a ser más fácil de adaptar o transformar (por ejemplo con ordenadores o coches), pero en estos casos que comentas con los edificios de oficinas para ser adaptados a viviendas pasa justo lo contrario. Me ha gustado mucho la explicación de ello, se entiende perfectamente el motivo.
Sí, veo que este es el problema que tenemos en San Francisco también... He trabajado en múltiples edificios de oficinas antiguos con grandes ventanas que todavía están abiertas, así como en rascacielos de 40 pisos donde estábamos en una pecera de vidrio en las oficinas exteriores y cubículos de mazmorras y pasillos en el interior. En los rascacielos, recuerdo que los gerentes de instalaciones nos habían dicho, en nuestras sesiones anuales de capacitación en seguridad y emergencia "buena suerte en el próximo terremoto u otro desastre"... Trabajé en el piso 32... 😳
Espero que podamos llegar a soluciones que sean beneficiosas para todos. Pero también espero que se considere el diseño de oficinas para estas posibilidades cuando entre en marcha una nueva construcción.
¿Hay algún constructor de nuevas construcciones pensando en esto?
Lo cierto es que las lógicas del mercado llevan a los promotores a maximizar la ocupación de la parcela y el número de metros cuadrados construidos, lo que a menudo resulta en edificios excesivamente grandes y profundos, incapaces de "respirar" por sí mismos y dependientes de sistemas mecánicos.
Por supuesto, hay profesionales comprometidos que priorizan soluciones saludables y buscan equilibrar la optimización de la inversión con la calidad de la experiencia del usuario. Sin embargo, creo que todavía estamos lejos de que esta postura se convierta en la norma.
Lo que estoy presenciando en mi vecindario en lo que respecta al desarrollo residencial es que los desarrolladores quieren maximizar sus ganancias (comprensiblemente), usando el espacio, cambiando los códigos de altura existentes, etc. para hacer esto, pero también quieren vender solo a compradores de lujo, lo que no hace nada para solucionar el problema de la vivienda.
El desarrollo más reciente a una cuadra de mí es un ejemplo. Me alegré de que no se cambiara el límite de altura, construyeron condominios supuestamente de lujo en un lote entre dos edificios existentes en la colina, y encaja más o menos con el paisaje. Pero ni una sola unidad vendida. Así que ahora se está utilizando como un b&b de lujo para los viajeros de negocios. En mi opinión, no resolvió nada.
La idea de que San Francisco está sin litoral y, por lo tanto, tenemos que construir para hacer más viviendas no tiene sentido para mí cuando este es el tipo de vivienda que estamos creando. La Torre del Milenio me da una pausa sobre esta idea también en nuestro paisaje. Eso también era para los ricos y no para nosotros, la gente de clase media. Y qué disastre con la construcción y la habilidad de vivir allí sin peligro.
Mañana voy a una reunión comunitaria porque alguien pensó que sería una buena idea designar una sección entera de nuestro vecindario de Northbeach en un distrito histórico. Habiendo tratado con monumentos históricos registrados a nivel nacional y local, (yo pertenecía a una iglesia que poseía una estructura de Bernard Maybeck y también poseíamos un edificio residencial que era en lista de estructuras históricas locales) —- también puedo ver los problemas en esto. ¿No solo un edificio o un callejón, sino todo el vecindario? Eek. Iré mañana para ver dónde estamos en el proceso y para dar mi opinión pública.
Desconozco muchos de los ejemplos que comentas, pero estoy de acuerdo en que lo importante es buscar el equilibrio. Por otra parte, designar una zona como distrito histórico puede ser un acierto o un desastre en función de cómo se gestione, con qué objetivos, a quiénes incluyen estos y, sobre todo, a quiénes excluyen. En este sentido, el planeamiento y el diseño nunca son neutrales.
Una explicación clara y simple a la frustración que nos producen a algunos los edificios inteligentes. Tanto que no he podido evitar enlazarla desde esta reflexión que escribí hace unos meses:
https://verdadesincomodas.substack.com/p/dormir-con-la-ventana-abierta
Gracias por compartir estos aprendizajes. Necesitamos más naturaleza y menos aire acondicionado!
Me ha gustado mucho tu reflexión veraniega. La arquitectura es un claro ejemplo de cómo la obsesión moderna por el control y la comodidad nos hace más exigentes pero no más felices. Haríamos bien en aceptar y disfrutar la volatilidad de las estaciones en lugar de ignorarlas. Reconectar con los ciclos de la naturaleza nos ayudaría a mejorar tanto nuestra salud como la del planeta.
Suscrito al 100%. Gracias por acercarnos ejemplos tan prácticos e iluminadores
Interesante y curioso. La lógica le dice a uno que lo más "reciente" siempre va a ser más fácil de adaptar o transformar (por ejemplo con ordenadores o coches), pero en estos casos que comentas con los edificios de oficinas para ser adaptados a viviendas pasa justo lo contrario. Me ha gustado mucho la explicación de ello, se entiende perfectamente el motivo.
Exacto, a mayor artificialidad, menos capacidad de adaptación.
De lo que más me alegro es de que te parezca suficientemente clara la explicación, que es algo a lo que suelo dar muchas vueltas.
¡Gracias, Andrés!
Eso tiene mucho sentido.
Sí, veo que este es el problema que tenemos en San Francisco también... He trabajado en múltiples edificios de oficinas antiguos con grandes ventanas que todavía están abiertas, así como en rascacielos de 40 pisos donde estábamos en una pecera de vidrio en las oficinas exteriores y cubículos de mazmorras y pasillos en el interior. En los rascacielos, recuerdo que los gerentes de instalaciones nos habían dicho, en nuestras sesiones anuales de capacitación en seguridad y emergencia "buena suerte en el próximo terremoto u otro desastre"... Trabajé en el piso 32... 😳
Espero que podamos llegar a soluciones que sean beneficiosas para todos. Pero también espero que se considere el diseño de oficinas para estas posibilidades cuando entre en marcha una nueva construcción.
¿Hay algún constructor de nuevas construcciones pensando en esto?
Lo cierto es que las lógicas del mercado llevan a los promotores a maximizar la ocupación de la parcela y el número de metros cuadrados construidos, lo que a menudo resulta en edificios excesivamente grandes y profundos, incapaces de "respirar" por sí mismos y dependientes de sistemas mecánicos.
Por supuesto, hay profesionales comprometidos que priorizan soluciones saludables y buscan equilibrar la optimización de la inversión con la calidad de la experiencia del usuario. Sin embargo, creo que todavía estamos lejos de que esta postura se convierta en la norma.
Lo que estoy presenciando en mi vecindario en lo que respecta al desarrollo residencial es que los desarrolladores quieren maximizar sus ganancias (comprensiblemente), usando el espacio, cambiando los códigos de altura existentes, etc. para hacer esto, pero también quieren vender solo a compradores de lujo, lo que no hace nada para solucionar el problema de la vivienda.
El desarrollo más reciente a una cuadra de mí es un ejemplo. Me alegré de que no se cambiara el límite de altura, construyeron condominios supuestamente de lujo en un lote entre dos edificios existentes en la colina, y encaja más o menos con el paisaje. Pero ni una sola unidad vendida. Así que ahora se está utilizando como un b&b de lujo para los viajeros de negocios. En mi opinión, no resolvió nada.
La idea de que San Francisco está sin litoral y, por lo tanto, tenemos que construir para hacer más viviendas no tiene sentido para mí cuando este es el tipo de vivienda que estamos creando. La Torre del Milenio me da una pausa sobre esta idea también en nuestro paisaje. Eso también era para los ricos y no para nosotros, la gente de clase media. Y qué disastre con la construcción y la habilidad de vivir allí sin peligro.
Mañana voy a una reunión comunitaria porque alguien pensó que sería una buena idea designar una sección entera de nuestro vecindario de Northbeach en un distrito histórico. Habiendo tratado con monumentos históricos registrados a nivel nacional y local, (yo pertenecía a una iglesia que poseía una estructura de Bernard Maybeck y también poseíamos un edificio residencial que era en lista de estructuras históricas locales) —- también puedo ver los problemas en esto. ¿No solo un edificio o un callejón, sino todo el vecindario? Eek. Iré mañana para ver dónde estamos en el proceso y para dar mi opinión pública.
Necesitamos algo en el medio. ¡Ayuda!
Desconozco muchos de los ejemplos que comentas, pero estoy de acuerdo en que lo importante es buscar el equilibrio. Por otra parte, designar una zona como distrito histórico puede ser un acierto o un desastre en función de cómo se gestione, con qué objetivos, a quiénes incluyen estos y, sobre todo, a quiénes excluyen. En este sentido, el planeamiento y el diseño nunca son neutrales.
¡ Que interesante! Gracias
Gracias a ti por leer y comentar, Van. Un abrazo.