Muy interesante tu artículo, como siempre. Un par de comentarios:
-¿No crees que el gesto de "como estamos en la naturaleza hay que poner una cubierta verde para que parezca que no hay edificio" puede ser un poco simplista? Por ejemplo, esas cubiertas necesitan más mantenimiento que una cubierta de teja a dos aguas.
-El tema de la presencia humana en la naturaleza, de lo artificial. Estoy vago ahora para mirar exactamente la referencia, pero si no me equivoco, cuando Sáenz de Oíza gana el Premio Nacional de Arquitectura con la Capilla para el Camino de Santiago, hace ya mil años, decía que el mar en primera lectura es agua, pero que si seguimos profundizando, el mar también es barco. Lo mismo que él decía que los postes de alta tensión, lejos de estropear el paisaje, lo reforzaban de cierta manera. Me interesaría saber qué piensas al respecto.
Buena pregunta, Rafa. Colocar una cubierta verde solo para que “parezca” que no hay edificio me parece poco interesante. En mi opinión, lo importante no es cómo es un edificio o una cubierta, sino qué hace. Su valor es relacional, no objetual.
En este caso, el objetivo va más allá de la mimetización con el entorno. Se trata de que las cubiertas formen parte activa del proceso de regeneración del ecosistema.
Por ejemplo, se utilizaron plantas autóctonas que contribuyen a aumentar la biodiversidad, secuestrar carbono y regular la temperatura. Las cubiertas también funcionan como espacios de investigación sobre procesos ecológicos como la polinización o la reforestación. El agua de lluvia que recogen se reutiliza para descargar inodoros. Etcétera.
No puede ser solo una cuestión de imagen, sino de funcionamiento ecológico. De lo contrario, como dices, nos quedaríamos en lo anecdótico.
Me gusta eso de "secuestrar carbono". Una pregunta, aparte del tema cuantitativo del número de especies autóctonas, ¿hay números que corroboren que eso de verdad sirve para algo? Quiero decir, si en mitad de la selva ponemos 300 m2 de cubiertas de esas, ¿cuál es el efecto real? Porque el agua de lluvia también se puede recoger con una cubierta a dos aguas, por ejemplo. Me interesa ese proceso.
Poner cubiertas verdes en mitad de la selva podría darnos algún premio de sostenibilidad, pero sería más perjudicial que beneficioso, porque estaríamos interviniendo en un ecosistema que ya funciona.
En el caso de este proyecto, la clave está en el contexto: el terreno donde se construyó el campus no era bosque virgen, sino una zona degradada. Las plantas autóctonas habían desaparecido, y con ellas, la biodiversidad original.
El valor de estas estrategias no está en replicarlas en cualquier lugar, sino en su capacidad para restaurar funciones ecológicas donde se han perdido. Como regla general: si no está roto, no lo arregles. El diseño regenerativo tiene sentido allí donde un ecosistema ha dejado de funcionar y queremos ayudarlo a recuperarse.
Gracias por alimentar el debate con tus comentarios, Rafa. Tenemos que ser críticos con lo que vemos y oímos para no caer en la trampa.
Fascinante, Francisco. Admiro mucho a Dian Fossey entonces me hizo sentido, claro que si, y felicito a todos uds por un diseño tan extraordinario.
La diferencia entre lo ordenado y lo salvaje se ve en todos lados, desafortunadamente. Incluso en donde vivo en México - he convertido mi jardín en un bosque y la casa está fresca todo el año. Un vecino cercano no tiene ni un árbol en su jardín, y la casa lleno de A/C. Es una casa de fin de semana. No entiendo porque quieren estar adentro si vienen a Cuernavaca a disfrutar la eterna primavera (así se llama Cuernavaca, la ciudad de la eterna primavera).
Muy potente esa imagen del jardín-bosque y su relación con la casa. Es un ejemplo claro de cómo lo natural y lo construido están interrelacionados, y de cómo esa relación influye directamente en nuestro comportamiento y hábitos. Una demostración de que otra forma de vincularnos con el entorno es posible y deseable.
Muchas gracias por compartir esa experiencia personal y enlazarla con el texto, Rosalind.
Me parece muy interesante el concepto de “una sola salud”, y me parece curioso cómo ahora queremos darle nombres modernos a conceptos tradicionales y profundamente arraigados a la tierra y la comunidad.
Recordé una palabra de indígenas africanos, que aprendí hace algunos años, y que engloba también este concepto:
Estoy de acuerdo, Liliana. Los idiomas reflejan visiones del mundo. Como dice Wade Davis: “Every language is an old-growth forest of the mind, a watershed of thought, an ecosystem of spiritual possibilities”. Gracias por compartir este gran ejemplo.
Gracias, por tu sensibilidad, aun hay futuro posible, mientras empecemos a cuestionar y desear cambiar conductas e integrar nuevos modos de actuar , interconectado lo todo, la naturaleza es maestra, los ecosistemas son más fáciles de destruir que de regenerar, la cosaxes empezar a Ser conscientes.
Y si los techos verdes son una aproximación , requieren su técnica ,como todo.
Los muros verdes de plástico,como el césped artificial son un desastre, y hay que ser críticos y no aceptar lo inaceptable.
Como dices, casi siempre es más fácil destruir que regenerar. Por eso me interesan estos intentos de ir a contracorriente, de no dejarse arrastrar por la inercia. En general, el camino fácil suele ser el menos oportuno, como ocurre con el césped artificial que mencionas. Gracias por tu comentario, Judith.
"La salud humana, animal y ambiental no son esferas separadas, sino que están entrelazadas": Qué poco sabemos de esto y qué importante puede ser aprenderlo y aplicarlo. Gracias Fran por llamar la atención e ilustrar sobre otro área de desconocimiento a llenar
Me gusta cómo lo enmarcas porque motiva a explorar más. Como dices, mucho por aprender. Gracias como siempre por tus acertados comentarios, José María.
Gràcies, Ferran. El debate sobre el uso de las cubiertas es muy interesante. En otro proyecto estamos explorando cómo combinar paneles solares con vegetación y con un espacio exterior útil para los vecinos. Una solución posible es elevar los paneles sobre una pérgola. Eso obliga a tener en cuenta la sombra que proyectan y a elegir bien el tipo de vegetación, pero se puede hacer. La mejor estrategia dependerá de cada caso.
Y como bien dices, no sería mala idea incorporar alguna de esas pérgolas en la zona de aparcamiento. Apuntado para la fase 2. Gracias por las ideas 😉
¡Gracias! Esa era la intención: no imponer, sino integrarse, dejar que el edificio forme parte del lugar. Diseñar con el ecosistema, no contra él. Me alegra que te haya inspirado y gracias, como siempre, por comentar.
Muy interesante tu artículo, como siempre. Un par de comentarios:
-¿No crees que el gesto de "como estamos en la naturaleza hay que poner una cubierta verde para que parezca que no hay edificio" puede ser un poco simplista? Por ejemplo, esas cubiertas necesitan más mantenimiento que una cubierta de teja a dos aguas.
-El tema de la presencia humana en la naturaleza, de lo artificial. Estoy vago ahora para mirar exactamente la referencia, pero si no me equivoco, cuando Sáenz de Oíza gana el Premio Nacional de Arquitectura con la Capilla para el Camino de Santiago, hace ya mil años, decía que el mar en primera lectura es agua, pero que si seguimos profundizando, el mar también es barco. Lo mismo que él decía que los postes de alta tensión, lejos de estropear el paisaje, lo reforzaban de cierta manera. Me interesaría saber qué piensas al respecto.
Buena pregunta, Rafa. Colocar una cubierta verde solo para que “parezca” que no hay edificio me parece poco interesante. En mi opinión, lo importante no es cómo es un edificio o una cubierta, sino qué hace. Su valor es relacional, no objetual.
En este caso, el objetivo va más allá de la mimetización con el entorno. Se trata de que las cubiertas formen parte activa del proceso de regeneración del ecosistema.
Por ejemplo, se utilizaron plantas autóctonas que contribuyen a aumentar la biodiversidad, secuestrar carbono y regular la temperatura. Las cubiertas también funcionan como espacios de investigación sobre procesos ecológicos como la polinización o la reforestación. El agua de lluvia que recogen se reutiliza para descargar inodoros. Etcétera.
No puede ser solo una cuestión de imagen, sino de funcionamiento ecológico. De lo contrario, como dices, nos quedaríamos en lo anecdótico.
Me gusta eso de "secuestrar carbono". Una pregunta, aparte del tema cuantitativo del número de especies autóctonas, ¿hay números que corroboren que eso de verdad sirve para algo? Quiero decir, si en mitad de la selva ponemos 300 m2 de cubiertas de esas, ¿cuál es el efecto real? Porque el agua de lluvia también se puede recoger con una cubierta a dos aguas, por ejemplo. Me interesa ese proceso.
Poner cubiertas verdes en mitad de la selva podría darnos algún premio de sostenibilidad, pero sería más perjudicial que beneficioso, porque estaríamos interviniendo en un ecosistema que ya funciona.
En el caso de este proyecto, la clave está en el contexto: el terreno donde se construyó el campus no era bosque virgen, sino una zona degradada. Las plantas autóctonas habían desaparecido, y con ellas, la biodiversidad original.
El valor de estas estrategias no está en replicarlas en cualquier lugar, sino en su capacidad para restaurar funciones ecológicas donde se han perdido. Como regla general: si no está roto, no lo arregles. El diseño regenerativo tiene sentido allí donde un ecosistema ha dejado de funcionar y queremos ayudarlo a recuperarse.
Gracias por alimentar el debate con tus comentarios, Rafa. Tenemos que ser críticos con lo que vemos y oímos para no caer en la trampa.
Fascinante, Francisco. Admiro mucho a Dian Fossey entonces me hizo sentido, claro que si, y felicito a todos uds por un diseño tan extraordinario.
La diferencia entre lo ordenado y lo salvaje se ve en todos lados, desafortunadamente. Incluso en donde vivo en México - he convertido mi jardín en un bosque y la casa está fresca todo el año. Un vecino cercano no tiene ni un árbol en su jardín, y la casa lleno de A/C. Es una casa de fin de semana. No entiendo porque quieren estar adentro si vienen a Cuernavaca a disfrutar la eterna primavera (así se llama Cuernavaca, la ciudad de la eterna primavera).
Muy potente esa imagen del jardín-bosque y su relación con la casa. Es un ejemplo claro de cómo lo natural y lo construido están interrelacionados, y de cómo esa relación influye directamente en nuestro comportamiento y hábitos. Una demostración de que otra forma de vincularnos con el entorno es posible y deseable.
Muchas gracias por compartir esa experiencia personal y enlazarla con el texto, Rosalind.
Me parece muy interesante el concepto de “una sola salud”, y me parece curioso cómo ahora queremos darle nombres modernos a conceptos tradicionales y profundamente arraigados a la tierra y la comunidad.
Recordé una palabra de indígenas africanos, que aprendí hace algunos años, y que engloba también este concepto:
UBUNTU = Yo soy porque nosotros somos.
Estoy de acuerdo, Liliana. Los idiomas reflejan visiones del mundo. Como dice Wade Davis: “Every language is an old-growth forest of the mind, a watershed of thought, an ecosystem of spiritual possibilities”. Gracias por compartir este gran ejemplo.
Gracias, por tu sensibilidad, aun hay futuro posible, mientras empecemos a cuestionar y desear cambiar conductas e integrar nuevos modos de actuar , interconectado lo todo, la naturaleza es maestra, los ecosistemas son más fáciles de destruir que de regenerar, la cosaxes empezar a Ser conscientes.
Y si los techos verdes son una aproximación , requieren su técnica ,como todo.
Los muros verdes de plástico,como el césped artificial son un desastre, y hay que ser críticos y no aceptar lo inaceptable.
Un placer leerte, fin del domingo.
Como dices, casi siempre es más fácil destruir que regenerar. Por eso me interesan estos intentos de ir a contracorriente, de no dejarse arrastrar por la inercia. En general, el camino fácil suele ser el menos oportuno, como ocurre con el césped artificial que mencionas. Gracias por tu comentario, Judith.
"La salud humana, animal y ambiental no son esferas separadas, sino que están entrelazadas": Qué poco sabemos de esto y qué importante puede ser aprenderlo y aplicarlo. Gracias Fran por llamar la atención e ilustrar sobre otro área de desconocimiento a llenar
Me gusta cómo lo enmarcas porque motiva a explorar más. Como dices, mucho por aprender. Gracias como siempre por tus acertados comentarios, José María.
Soc de l'opinió que les cobertes en general estan desaprofitades arreu, però el dubte que tinc és: Cobertes vegetals o plaques fotovoltaiques?
I una altra cosa: Les dues àrees d'aparcament estan a ple sol africà: No fora convenient cobrir-ho?
Gràcies, Ferran. El debate sobre el uso de las cubiertas es muy interesante. En otro proyecto estamos explorando cómo combinar paneles solares con vegetación y con un espacio exterior útil para los vecinos. Una solución posible es elevar los paneles sobre una pérgola. Eso obliga a tener en cuenta la sombra que proyectan y a elegir bien el tipo de vegetación, pero se puede hacer. La mejor estrategia dependerá de cada caso.
Y como bien dices, no sería mala idea incorporar alguna de esas pérgolas en la zona de aparcamiento. Apuntado para la fase 2. Gracias por las ideas 😉
Gràcies, Francisco. És probable que si observeu les solucions implementades pel sector AgriSolar hi trobeu alguna pista o solució.
Exactamente. Muchas gracias, Ferran. Es el tipo de solución integrada a la que me refería. Creo que tiene potencial a distintas escalas.
Adaptarse y mezclarse con el entorno pero al máximo nivel. El centro de conservación parece diseñado literalmente por los animales de la zona.
Se puede ver en las fotos como la naturaleza ha ido "absorbiendo" el refugio, nunca había visto algo así.
Maravillosa lectura y preciosas fotografías.
¡Gracias! Esa era la intención: no imponer, sino integrarse, dejar que el edificio forme parte del lugar. Diseñar con el ecosistema, no contra él. Me alegra que te haya inspirado y gracias, como siempre, por comentar.